El juez de la Audiencia Nacional, José Luis Calama, ha dictaminado que José Luis Huertas, un joven hacker conocido como Alcasec, debe permanecer en prisión provisional. Esto se debe a que vendió los datos personales de al menos medio millón de españoles en la “dark web”, que es la parte de Internet no accesible para el público en general. El fiscal había pedido esta medida al considerar que existe riesgo de fuga, reincidencia y destrucción de pruebas.
Alcasec confesó ante el juez que los datos que vendió fueron obtenidos en octubre pasado durante el ciberataque al Punto Neutro Judicial (PNJ), un sistema administrado por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) que conecta a los tribunales con otras instituciones del Estado. Accedió al sistema usando las claves de dos funcionarios judiciales y luego ingresó a las bases de datos de la Agencia Tributaria, de donde extrajo información bancaria de 575,186 contribuyentes.
Alcasec logró penetrar el pasado mes de noviembre en el Punto Neutro Judicial, el servidor en el que se guardan todas las causas del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), donde descansan los documentos de todos los procedimientos judiciales de España, desde cualquier pleito anónimo hasta los trapos sucios del poder que se investigan en la Audiencia Nacional y el Supremo -e incluso las suyas propias, las que afectan al crío, ya encausado como menor por varias de sus trastadas-.
Se le acusa de revelación de secretos, de blanqueo y de atacar a altas instituciones del Estado. Además, los agentes tienen pruebas de que Alcasec había pasado a mayores y había puesto en marcha un buscador con millones de datos robados por él con el presunto objeto de venderlo a mafias a cambio de dinero.